Haz que se pregunten por qué sigues sonriendo

Y es cuando estás destrozada, sin fuerzas, sin ganas de luchar más, cuando no te quedan más lagrimas que derramar, cuando el vacío que tienes no puede ser más grande...es entonces cuando te acuerdas de ellas. Cuando recuerdas todas sus promesas, todos sus "eres lo más importante para nosotras, una hermana", "estaremos a tu lado para siempre", "no te dejaremos sola nunca". Y ahí te das de que todo aquello no eran más que palabras vacías. Te das cuenta de la ironía.  Ellas que prometían ayudarme a levantar fueron las que me tiraron contra el suelo.

Dicen que en tus peores momentos es cuando descubres a tus amigos de verdad. En esos momentos descubres que puedes ser más fuerte de lo que creías, pero también puedes descubrir miedos que no sabías que tenías. Yo tengo miedo a que tu también desaparezcas , como todos lo están haciendo. Miedo a que no estés conmigo, que no me hagas reír nunca más, que no vuelvas a abrazarme, es miedo a que dejes de quererme. Miedo a que te vayas.  Y es que por muy cerca que estés, yo te noto cada vez más lejos...que tu cuerpo está presente, pero tu mirada ausente, que tus besos son fríos, y tus "te quiero"  silenciosos.. Que este vacío que siento constantemente solo se va cuando tú estas conmigo, ese es mi miedo, que tu te vayas y el vacío sea permanente.

Y ahora pienso, ¿que he estado haciendo todo este tiempo? ¿En que he malgastado mi vida? He luchado y he dado todo lo que tenía por algo que nunca existió. He estado en los buenos momentos, y en los malos. He secado lagrimas, y he evitado que algunas se llegaran a derramar. He dado mi mano cuando era necesaria, y he escuchado mil problemas sin pedir nada a cambio. ¿Donde estaba el problema? No creo que lo hiciera tan mal, no creo que merezca esto.  Traicionaste mi confianza, me hiciste sufrir, fuiste directa a mi punto débil, a donde me dolería, a donde sabías que me harías daño. Y aun después de todos estos años, no tuviste valor de reconocerlo, lo negaste todo cuando te pedí la verdad. Empiezo a pensar que quizá no debí haberte evitado tantas lagrimas, porque todas y cada una de ellas las he acabado derramando yo por ti. No insistas más, que no quiero tus disculpas. Si te he sacado por completo de mi vida es porque  todos y cada unos de los "para sie