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Mostrando entradas de septiembre, 2013

2. Lo que prometas bajo la luna cumplelo al salir el sol.

24 de diciembre de 2013, Madrid. Ha pasado casi un año. Once meses, dos semanas y seis días para ser exactos. Ya no le duele tanto, pero aún recuerda los primeros días sin él. Lloraba todas las noches, y por las mañanas a duras penas conseguía reunir fuerzas para salir de la cama. Sin duda fueron unas semanas horribles. Ahora, tras once meses, dos semanas, seis días y muchas lágrimas derramadas, Laura está bien. O al menos lo intenta.  Ella se encuentra en una pequeña cafetería que está de esquina tomando un cappuccino para entrar en calor. Esa semana está siendo una de las más frías del invierno. Para hoy tenía planificado hacer las últimas compras navideñas. Es 24 de diciembre y aún le quedan detalles que terminar. Mientras termina el café mira su reloj, 11:03 AM. Se arrepiente de haberlo dejado todo para el final, ahora se le echa el tiempo encima. Sale rápidamente del local olvidando su paraguas, del que no se acordará hasta unas horas más tarde. Camina en dirección a la

1.También llovía en Madrid.

Llueve. Llueve mucho. Sin embargo un sol radiante e impropio de aquel mes de enero asoma por la ventana. Es en sus ojos donde llueve. Rojos e hinchados de tanto llorar. Tiene el corazón roto. Se seca las lágrimas que recorren su rostro con el puño de la camiseta y coge su teléfono decidida. Marca el número y tras un breve silencio... "El teléfono marcado no se encuentra disponible en este momento, por favor, inténtelo de nuevo más tarde". Laura se deja caer en la cama y rompe a llorar de nuevo. Él lo dijo en serio. No quería volver a hablar con ella. No puede ser. No le puede estar sucediendo esto. Aún tiene en sus oídos las ultimas palabras de Marcos.  "¡Olvídate de mi, Laura". Una mezcla de desesperación y tristeza la recorre por dentro. Siente vacío y un nudo en el estómago. Ganas de saltar por la ventana. Impotencia por no poder hacer nada más. Y es que él ya había tomado una decisión. Era un punto y final. Aquella tarde Laura lloró hasta quedarse dormida.