2. Lo que prometas bajo la luna cumplelo al salir el sol.
24 de diciembre de 2013, Madrid. Ha pasado casi un año. Once meses, dos semanas y seis días para ser exactos. Ya no le duele tanto, pero aún recuerda los primeros días sin él. Lloraba todas las noches, y por las mañanas a duras penas conseguía reunir fuerzas para salir de la cama. Sin duda fueron unas semanas horribles. Ahora, tras once meses, dos semanas, seis días y muchas lágrimas derramadas, Laura está bien. O al menos lo intenta. Ella se encuentra en una pequeña cafetería que está de esquina tomando un cappuccino para entrar en calor. Esa semana está siendo una de las más frías del invierno. Para hoy tenía planificado hacer las últimas compras navideñas. Es 24 de diciembre y aún le quedan detalles que terminar. Mientras termina el café mira su reloj, 11:03 AM. Se arrepiente de haberlo dejado todo para el final, ahora se le echa el tiempo encima. Sale rápidamente del local olvidando su paraguas, del que no se acordará hasta unas horas más tarde. Camina en dirección a la