El primer día del resto de mi vida

Me he dado cuenta de que eso a lo que yo llamaba felicidad era un simple estado de dependencia, de adicción. Y es que era como una droga.
Algo que al principio te gusta aunque solo sea por el hecho de que es nuevo y que, con el paso del tiempo, deja de importarte si te gusta o te deja de gustar, simplemente lo haces porque tu cuerpo te lo pide. Más bien tu subconsciente. Lo peor de todo es que tú te lo crees; comienzas a pensar que sin "eso" vas a estar mal, que no puedes ser feliz y que tu vida va a ser lo peor. De lo que no te das cuenta es de que "eso" es lo que hace de tu vida una mierda.
Y como toda droga, mientras tu crees estar en el paraíso y tener la felicidad máxima, te va destrozando por dentro y por fuera.

Yo creo que el mejor remedio para la adicción es no sentarse a esperar que pase, si no levantarse y poner un arco iris en esa sucesión de días grises.

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